Un laboratorio israelí consiguió cultivar un bistec a partir de unas células de vaca, sin sacrificarla. Sus creadores dicen que sabe igual a la carne natural pero sin la misma «carga moral», proporcionando una alternativa más ecológica, sostenible y ética a la producción de carne a gran escala. Esta carne cultivada en laboratorio podría llegar al público en 2021.
