Actualmente no se puede controlar a la gente por la fuerza como antiguamente, pero según el autor francés Sylvain Timsit si se puede controlar lo que la gente piensa, y el medio típico para hacerlo es mediante la propaganda, medios de comunicación (manufactura del consenso, creación de ilusiones necesarias), marginalizando al público en general o reduciéndolo a alguna forma de apatía”, de ahí estas 10 estrategias de manipulación mediática para que reflexionemos en si somos unos simples peleles y nos creemos todo lo que nos dicen por el simple hecho de que queremos o necesitamos creerlo. Hagamos un esfuerzo y guiémonos por la reflexión, no por la emoción…
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La distracción es un proceso cognitivo que consiste en prestar atención a algunos estímulos y no a otros de manera involuntaria y por distintas razones, entre las que se encuentra el interés que nos generan esos estímulos y la intensidad o el atractivo de estos.
2. Crear los problemas y también las soluciones
El autor explica este método por medio de la fórmula: problema-reacción-solución, y explica que una situación puede ser explicada con toda la intención de causar una reacción específica a un público específico, de manera que este público demande medidas y toma de decisiones que solucionen la situación.
3. Apelar a la gradualidad
Se refiere a aplicar los cambios que son importantes de manera gradual, para que las reacciones públicas y políticas sean igualmente graduales y más fáciles de contener.
4. Hacer diferir y dejar para mañana
Muchas de las medidas que toman los gobiernos no son populares entre la población, con lo que una de las estrategias más utilizadas y eficaces es la de hacer pensar que esa medida es dolorosa pero necesaria, y que es necesario acordarla en el presente aunque sus efectos serán percibidos años después.
4. Infantilizar al interlocutor
Otra de las estrategias que se utilizan con mucha frecuencia es posicionar al público como un conjunto de personas ingenuas o incapaces de hacerse responsables de sí mismas, o de tomar decisiones críticas y responsables.
5. Apelar más a las emociones que a la reflexión
Se refiere a enviar mensajes que impacten directamente en el registro emocional y sensible del público, de manera que a través del miedo, la compasión, la esperanza, la ilusión, entre otras emociones o sensaciones, sea más sencillo implantar ideales de éxito, o normas de comportamiento y de cómo deben ser las relaciones interpersonales.
6. Reconocer al otro como ignorante y mediocre
Esta estrategia se refleja por ejemplo en las significativas diferencias que hay entre la calidad de la educación y los recursos que se le destinan según la clase socioeconómica y política a la que se dirige.
7. Promover la complacencia en la mediocridad
Se trata de reforzar el sentimiento de éxito y de satisfacción por la situación en la que nos encontramos, aunque sea una situación precaria o injusta, lo que hace que no desarrollemos un pensamiento crítico sobre esa situación o que incluso la justifiquemos.
8. Reforzar autoculpabilidad
En el otro extremo se encuentra el hacemos pensar que la situación en la que estamos es así por nuestra culpa, es decir, hacer que el individuo crea que es responsable de su propia desgracia (que piense que es poco inteligente o que se esfuerza poco; en lugar de reconocer que hay un sistema social que tiende a la injusticia).
10. Conocer a las personas mejor de lo que ellas mismas se conocen
Timsit propone que los avances que ha tenido la ciencia en la comprensión de los seres humanos, tanto en área de la psicología como la biología o la neurociencia, han logrado un mayor conocimiento sobre nuestro funcionamiento; no obstante, no han generado un proceso de autoconocimiento a nivel individual, con lo cual las élites continúan como las poseedoras de la sabiduría y del control de los demás.
